Ovalle y Tamaya

Durante el periodo de máximo esplendor de la minería del cobre, Ovalle se transformó en sinónimo de riqueza y abundancia. Conocida era en el viejo continente la denominación “Cobre de Ovalle” haciendo referencia a las exportaciones realizadas desde esta zona geográfica. Desde un punto de vista político administrativo se debe hacer la salvedad entre la ciudad y el Departamento mismo, dentro de los límites de la primera no existía producción minera por comprender un espacio urbano, mientras que dentro del segundo se encontraban dos de los minerales más ricos de Chile como lo son Panulcillo y Tamaya. Durante la década de 1870 el departamento entregó cerca de la cuarta parte del cobre producido en el país y más del 9% del cobre producido en el mundo entero ¹ .

Ante este escenario la ciudad de Ovalle se transformó en un polo económico, alentando la llegada de inversionistas y fortaleciendo el carácter administrativo que ya poseía. Estos nuevos actores conformaron la elite local, con importantes incursiones en la política nacional, conocidos son los casos de José Tomás Urmeneta quien ostentó los cargos de Diputado (1846-55), Senador (1855-64), Gobernador interino de Ovalle (1834,1836, 1838)² y también encontramos a Ramón Lecaros, Bernardo, José María y Fermín del Solar. Todos ellos tenían relación directa con la actividad minera, especialmente en Tamaya.

Los censos de población reflejan este crecimiento, pues dan cuenta que entre 1854 y 1930 el departamento de Ovalle tuvo una notoria superioridad sobre el resto de los departamentos de la Provincia de Coquimbo, incluso por sobre La Serena. En este periodo la población del departamento de Ovalle pasó de 37.292 habitantes a 79.090. Esto se ve reflejado en las palabras de Aracena:

Ovalle, como capital de departamento, puede considerarse en un orden mucho más superior que en el que encuentra veinte o treinta de nuestros principales departamentos, que no pasan de ser más que pobres aldeas desiertas, tanto de habitantes como de edificios³.